¿Le dejaremos todo a la IA?

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¿Le dejaremos todo a la IA?

Actualmente, la conversación en torno a la inteligencia artificial la domina ChatGPT; sin embargo, sabemos que la conversación no se limita a un tema de compañías y afecta directamente a sus usuarios. De hecho, durante el lanzamiento de esta inteligencia artificial muchos community managers y creadores de contenido empezaron a cuestionar, en redes sociales, si la inteligencia artificial venía a quitarles sus puestos o sustituirlos en el trabajo.

Incluso, en febrero del 2023, Burger King Colombia lanzó una campaña donde todos los artes fueron realizados por la inteligencia artificial y donde bromeaban con haber despedido a su community para darle lugar a su “Artificial Community”.

Pero ¿Realmente llegó la inteligencia artificial para dejarnos sin empleo?

Aunque llevamos más de un año escuchando ir y venir conversaciones sobre lo que es, hace y reta la inteligencia artificial, realmente su capacidad de revolucionar el mundo y la comunicación es aun un territorio en proceso de exploración. En este proceso, sabemos que las grandes empresas de tecnología como Microsoft, Snapchat, Google, Meta, Bing y TikTok, van a la vanguardia y no han tenido mayor problema en sorprendernos con nuevos usos y herramientas que agilizan muchas tareas diarias.

No obstante, esta evolución y adopción tan acelerada del cambio, ha generado preocupación, inestabilidad y pánicos en algunas personas; quienes incluso aseguran que cada vez está más cercano el día en el que los humanos seamos reemplazados.

Bajo esta misma línea, organizaciones como Interact (unión de agencias interactivas de Argentina), en su más reciente informe de tendencias digitales para el 2023, mencionó no solo de la revolución que significa ChatGPT para la industria, sino también su impacto en el funcionamiento de las agencias publicitarias. Por ejemplo, se señalaba que “se vuelve cada vez más evidente su aplicación en los procesos de generación de ideas y la ejecución de las mismas”.

Asimismo, según un artículo de Revolution Consulting Group, “las IAs sí pueden y están reemplazando algunos empleos, principalmente aquellos cuyas tareas son repetitivas como los cajeros, personas de atención al cliente, chats en línea, etc. Esto con el fin de hacer más efectivas ciertas funciones y, de alguna forma, reducir costos… En el campo creativo y de generación de contenido para publicidad y redes puede sacar un gran provecho el uso de estas herramientas digitales”. Por lo que no se habla de que las maquinas estén corriendo a los publicistas o mercadólogos, sino de que las mismas están asegurando la agilización de los procesos y cambiando el enfoque de nuestra atención, dejando de lado algunas tareas tediosas que roban de nuestro tiempo.

De hecho, en este momento en la historia, según Agustina Fainguersch (directora de Meta para América del Sur), “más de veinte por ciento de los contenidos que se ven en Facebook son recomendaciones hechas por inteligencia artificial, basada en la información que la gente comparte en la plataforma. En Instagram, representa un cuarenta por ciento del contenido que se ve”. Lo que nos habla de un conocimiento cada vez más profundo de las audiencias por parte de estas herramientas, contenido más preciso y un alcance y capacidad que trascienden el sueño de cualquier anunciante.

Inteligencia Artificial 0 – Humanos 1

Es importante entender cómo funcionan las nuevas tecnologías antes de preocuparnos por sus posibles consecuencias; al final el conocimiento es poder y si nos comparamos con una inteligencia artificial es probable que pensemos que llevamos las de perder. Pero la realidad es que tanto Bard (la IA de Google) como ChatGPT son sistemas que se basan en un modelo conversacional, lo que les permite realizar diversos ejercicios enfocados en el lenguaje.

Bard pertenece a Google y se basa en su modelo de lenguaje LaMDA, mientras ChatGPT pertenece a la empresa OpenAI y utiliza el modelo de lenguaje Inteligencia Artificial GPT-3. La última se ha explicado que se basa en un algoritmo con 175 millones de parámetros (pero su versión paga tendrá alrededor de 1 billón), mientras Bard utiliza 540 mil millones. Sin embargo, en esencia funcionan de una forma similar, ambas aprenden a partir de “preguntas y respuestas”. Por lo que, consisten de tecnología alimentada por internet y sus usuarios, capaz de entender preguntas, interpretar el contexto de las conversaciones y aprender, mejorando sus capacidades todos los días.

Todo lo anterior es relevante porque, a pesar de ser herramientas que han demostrado tener buenos resultados y ser muy capaces, la realidad es que muchos aspectos de la creatividad humana siguen estando fuera de su alcance. De hecho, sus algoritmos se encuentran enfocados en darle solución a problemas, pero no son capaces de abrirse a más posibilidades, cuestionar y llegar a soluciones que se salen de lo evidente. Esto hace que su alcance en ciertas áreas se vuelva limitado, como lo demuestra la campaña de Amnistía Internacional Portugal, donde se evidencia que hay cosas que solo un ser humano puede hacer.

Sin embargo, esto no quiere decir que la IA esté del todo vetada del proceso creativo, puesto que es una herramienta que específicamente colabora disminuyendo los tiempos de búsqueda respecto a la data necesaria para que los creativos o las marcas directamente encuentren nuevas fuentes de inspiración.

Por eso, aquí compartimos algunas herramientas que pueden serviles en su propio proceso:

AI, ayuda a los usuarios a crear contenido de alta calidad en minutos, desde títulos hasta textos completos.
Adobe Firefly, generador de imágenes de alta calidad, audio, vectores, videos y elementos 3D que apoya herramientas como Photoshop, Illustrator, Adobe Express y Adobe Experience Manager.
Grammarly, asistente de escritura impulsado por la inteligencia artificial.