Apple decidió entrar en territorio desconocido con su nueva Apple Card. Esta tarjeta de crédito, pareciera combinar lo que todos esperamos de un servicio bancario, excelentes beneficios y un sistema amigable para controlar el gasto. Sumado a esto no hay cobro de tarifas extra, ofrece un reembolso diario en efectivo y ayuda a entender el proceso de pago de las tarjetas.

Para este desarrollo, la empresa se está apoyando de Goldman Sach, como banco emisor, y Mastercard, para que la tarjeta pueda ser utilizada en cualquier establecimiento de su red. Además, viene en dos formatos, la aplicación virtual que utiliza el “Wallet” digital (billetera) de Apple y una tarjeta física de titanio (con características de seguridad únicas) para las tiendas que no aceptan Apple Pay.

Según lo que reportó Ron Shevlin, en un artículo para Forbes, la tarjeta ha tenido éxito en Estados Unidos, principalmente entre los Millennials (un 70% de sus clientes). Para noviembre del 2019, Goldman Sachs informó que, solo seis semanas después del lanzamiento de la Apple Card, había emitido aproximadamente $ 10 mil millones en crédito para los titulares de tarjetas y sus consumidores habían acumulado $ 736 millones en saldos de préstamos durante el período.