Inicio / Trends
Global vs. Local
(Fotografía de Eddie Koppen en Unsplash)
En pleno 2019, aún seguimos siendo testigos de escándalos políticos, luchas por los territorios, creación de nuevas fronteras y redefinición de otra. Esto ha provocado que aumente la necesidad de las personas por pertenecer a un lugar, desde a un mundo globalizado e interconectado, hasta a su propia localidad y comunidad.
Según el estudio de Ipsos Global, de 22 países entrevistados, la mitad reveló que se encuentran insatisfechos con su gobierno; pero, un 62% de los ciudadanos están relativamente felices con su localidad. Esta situación hace que sea común hablar de ciudadanos globales, por un lado, y de otros con una visión un poco más familiar, “hacia adentro”, que apoyan el desarrollo y consumo local.
La preferencia por el consumo local
A pesar de que en muchos casos los productos locales pueden ser un poco más caros que los que se importan o venden de manera masiva, muchas personas prefieren pagar un poco más a cambio de recibir un producto que consideran es de mejor calidad.
Otros promueven esta clase de consumo por su impacto en la economía. Se dice, por ejemplo, que los negocios locales generan un 70% más de actividad económica por pie cuadrado que una compañía minorita grande. Además, al comprar local favorecen una economía más equitativa, que genera nuevos empleos y donde una mayor cantidad del dinero queda dentro de la comunidad. Se calcula que de cada $100 dólares invertidos en servicios y productos no locales, tan solo se quedan $43 a lo interno, mientras que en el caso contrario se quedan $68.
Esta práctica favorece al medio ambiente, ya que conlleva un mayor ahorro energético y una menor emisión de gases invernadero, en comparación con la producción en masa. Según la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), las industrias generan un 50% de la contaminación presente en Estados Unidos, pero la compra local ayuda acortando los procesos, reduciendo las perdidas de los empaques y los desechos producidos por el transporte de los bienes.
En este sentido, han surgido grupos: los que se identifican como “consumidor responsable”, y los que se identifican como “locavore”. Los primeros, están conscientes de sus hábitos de consumo y buscan aquellos productos y servicios que benefician de alguna manera a la sociedad y al medioambiente. Los segundos también actúan de manera responsable, pero además están comprometidos a consumir alimentos producidos o cosechados dentro de su región o localidad (todo lo que se produzca a una distancia de 100 millas de su hogar).
Desde un punto de vista más social, el consumo local ayuda a que se sigan promoviendo muchas tradiciones y aspectos propios de una cultura o grupo. Además, da el apoyo a artistas, artesanos, productores y dueños de pequeños negocios que ofrecen productos únicos y artesanales, y que no tienen la posibilidad de expandirse ni darse a conocer de manera masiva.
Sectores impactados por el consumo local
Continuando con el tema del consumo local como una opción para promover la cultura, se puede tomar el ejemplo de Mexicanitos Al Grito; una marca de ropa infantil que busca enseñar a los niños mexicanos sobre su herencia y promover en ellos el orgullo nacional. En este caso, todo el material y los procesos de producción se dan localmente, y por cada prenda vendida, se dona un porcentaje a una organización benéfica.
Además de la compra minorita, también se ve impactada la industria alimentaria. Los latinoamericanos prefieren productos locales siempre que se trate de alimentos, como frutas y vegetales (70% del total), carne (67%), leche (61%) y agua (55%); pero prefieren las marcas globales al tratarse de dispositivos o equipo tecnológico, productos de belleza y cuidado personal.
El sector de ocio se ha visto impulsado por el aumento de pequeños negocios que ofrecen servicios y experiencias únicas en cada localidad. Airbnb ha sido una de las empresas que han sabido tomar esto como una oportunidad para beneficiar a comunidades y a su propio negocio. En África, la compañía ha contribuido un millón de dólares para apoyar el turismo comunitario, y se ha enfocado en incluir a locales y a organizaciones sin fines de lucro en su “Programa de experiencias Airbnb”.
Ventajas de unirse al movimiento local
La tendencia del consumo local muestra una mayor aceleración en Europa, pero igual se ve su expansión en otras partes del mundo. De hecho, 7 de 10 consumidores (a nivel global) aseguran que es más probable que compren un producto cultivado localmente y 59% están dispuestos a pagar más por estos.
Esta tendencia al consumo local ha sido promovida en los medios por chefs, redactores de blogs, grupos ambientalistas, artistas famosos, entre otros, que han resaltado la responsabilidad que tienen las y los compradores al escoger entre los productos que consumen. Debido a esto, los ciudadanos le están dando cada vez más importancia a los términos de localidad, comunidad y pertenencia, ya que son esenciales para trabajar por un futuro más alineado a sus principios.
Teniendo esto en cuenta, las marcas tienen que demostrar a sus clientes que conocen las necesidades de sus localidades y los apoyan, a través de una comunicación honesta y sensible. No pueden quedarse solamente con producir o apoyar el consumo local. Las y los consumidores esperan que se transformen en aliados que respetan, dan crédito y promueven su cultura. En su caso, ¿qué está haciendo su marca por unirse a esta tendencia?
Fuente: OMD, Trends Report.
Si le interesa conocer más sobre esta tendencia, lo invitamos a ver cómo la cadena de restaurantes Tex-Mex, Chipotle Mexican Grill, ha hecho uno de las campañas que mejor retratan el porqué es tan importante y beneficioso que las empresas apoyen la producción local.
ANNALECT
Annalect – Unidad de consultoría en efectividad de marketing basado en Datos y analítica de OmnicomMediaGroup.
1 comentario. Dejar nuevo
Hola hacia mucho tiempo necesitaba esta informacion 🙁 al fin voy a poder terminar el trabajo del semestre muchas gracias T.T