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En Costa Rica, donde la población no supera los cinco millones, para el 2018 se calcula que la penetración del internet llegó a un 86,7%; y en otros países como Panamá y Nicaragua, a un 69,7%.

Para nadie es noticia que la hiper-conectividad, el aumento en el acceso a la tecnología y las exigencias del mundo actual han generado mucha presión en la vida de las personas. Conceptos como el FOMO (miedo a perderse de algún acontecimiento, por sus siglas en inglés: Fear of missing out) y la NOMOPHOBIA (fobia a no tener el celular, No Mobile Phobia) son un ejemplo de algunos que han tenido que crearse para poder explicar los usos y patrones de dependencia a la tecnología.

Esta sobre-estimulación tecnológica, ha motivado el consumo de ciertos productos y temáticas, dentro de las que se destacan en forma importante los temas relacionados al bienestar y la salud mental. Los consumidores andan en búsqueda de espacios dedicados a su propia satisfacción, donde puedan relajarse y desconectarse del mundo exterior, manteniendo un mejor balance a nivel digital. Debido a esto, ahora, para muchos la posibilidad de disfrutar de diferentes productos y servicios desde la comodidad de su hogar es percibida como un lujo.
El aumento de las plataformas de streaming, la industria del entretenimiento en los hogares, los servicios de pedido y entrega en línea, entre otros, han facilitado el surgimiento de esta tendencia, la cual se denomina “la celebración de sí mismo”.

Un estudio llevado a cabo por Research Now, una firma de investigación en Reino Unido, señaló que tres cuartos de la generación post-millenial (73% de la población de entre 16 y 21 años) prefiere quedarse en su casa a salir. Inclusive una de cada tres personas está dispuesta a mentir o inventar una excusa con tal de no salir.

Según Ypulse, lo mismo sucede en el caso de Estados Unidos, donde 52% de los millenials prefieren quedarse los sábados en la noche viendo Netflix y relajándose, a ir a otro lugar con sus amigos.

A raíz de esto, muchas empresas han tenido que buscar nuevas formas de motivar a sus empleados a salir de su hogar. Un ejemplo se observa en la compañía de colchones Casper, Estados Unidos, la cual ofrece a sus colaboradores recompensas a cambio de que se ejerciten y duerman suficiente. Con el uso de la aplicación IncentFit, la compañía es capaz de rastrear las actividades de sus colaboradores, a los cuales les paga hasta $130 mensuales por ejercitarse.

Esta tendencia se observa mas comúnmente en Europa y Estados Unidos, en generaciones como la Z y la Y. A su vez, el mayor segmento está compuesto por mujeres, que rondan los 25 y 34 años de edad, y que tienen un estatus establecido.
Debido a esta tendencia, hoy en día, las y los consumidores están demandando más que nunca una respuesta sobre esta situación por parte de sus marcas de consumo directo. Ellos prefieren invertir su tiempo y dinero en experiencias más significativas, apoyando aquellas que promueven un estilo de vida saludable, la individualidad y el cuidado del medio ambiente.
Los sectores y actividades que se han visto mas impactados por la tendencia de los Homebodies, son los medios de comunicación, el comercio detallista (retail), el manejo del branding y la industria del cuidado personal.
Esta nueva generación de consumidores, los “homebody” (amigos del hogar), ya no quieren sentirse culpables por preferir quedarse en su casa. Por eso han surgido los nuevos términos JOMO (la alegría de perderse los acontecimientos, por sus siglas en inglés: Joy of Missing Out) y JOSH (la alegría de quedarse en la casa: Joy of Staying at home), generando nuevos retos y oportunidades para la industria en general.

Fuente:
OMD, Trends Report.
Internet World Stats (2018).