Spotify decidió apropiarse de la cultura de los memes para promover algunos de sus playlists y dejar claro que su plataforma responde a cualquier estado de ánimo.

La campaña, que fue un esfuerzo del equipo global, hace referencia a que nada expresa de manera más honesta nuestras intenciones y sentimientos como lo hace la música. La empresa dirigió su comunicación especialmente a los Millennials pero  dividió la creatividad en dos; una parte del contenido creativo fue pensado para mercados maduros (como EE.UU., Nueva Zelanda, Alemania, Australia, etc.) y otra para emergentes.

Como mencionó June Sauvaget, gerente global de mercadeo de la empresa, “Esta campaña multifacética prepara el escenario a medida que buscamos profundizar nuestra conexión con las personas que ya conocen y aman Spotify, y cultivar relaciones y momentos de descubrimiento en áreas del mundo donde buscamos expandirnos”.

Además de los esfuerzos en exteriores, la campaña se acompañó con tres spots en televisión.