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¿Cómo ir de un punto A a un punto B?
Como publicistas y mercadólogos tenemos la labor de entender a nuestros consumidores, cómo estos perciben los productos y servicios, cómo los utilizan, cuál es su frecuencia de compra, qué piensan de la competencia… Todos factores que sin duda debemos contemplar a la hora de crear una estrategia publicitaria, pero que no pueden ser lo único que tomamos en cuenta.
Para poder llegar a comprender a nuestro público meta debemos entender cómo el día a día, los factores externos y las tendencias mundiales, afectan su comportamiento y consumo. Por eso, hoy hablaremos sobre la movilidad y los servicios que han surgido para responder a las exigencias y necesidades de las ciudades y sus habitantes.
Las MEGA-ciudades
Cuando escuchamos el término “mega-ciudad” pensamos en Tokyo, Nueva York, Shanghai, Ciudad de México, Bogotá… Todas áreas metropolitanas que están densamente pobladas (con más de 10 millones de habitantes), con retos importantes a nivel socio-económico, migratorio, ambiental y político; pero que, a pesar de lo anterior, son atractivas para la población al ofrece mejores oportunidades educativas, prosperidad económica, urbanización y ofertas de entretenimiento.
Según Euromonitor, para finales del 2020 existirán 33 megaciudades. De manera paralela, con gran velocidad la población crecerá y las ciudades emergentes se irán urbanizando, por lo que, a este ritmo y sin una verdadera planificación, podemos pronosticar más congestión vehicular, saturación del transporte público y ciudadanos frustrados en los próximos años.
Tomemos como ejemplo el caso del Gran Área Metropolitana en Costa Rica (que incluye parte de las provincias de San José, Heredia, Cartago y Alajuela), considerada una mega-ciudad por albergar un 66,9% de la población costarricense. Debido a una planificación estratégica dirigida por la demanda del mercado, el crecimiento urbano en esta zona se ha dado de forma desordenada y poco planificada.
Ante esta situación, el gobierno trató de emplear dos prácticas para solucionar el problema. Al comienzo, se incitó a los ciudadanos a asentarse en las periferias de la ciudad para despoblar su centro. Como consecuencia se dio un aumento en la compra y circulación de vehículos particulares y una incapacidad por parte del transporte público de suplir la necesidad poblacional.
Posterior a este intento fallido, a finales de 1990 y hasta la actualidad, se ha venido fomentando un cambio en el patrón de desarrollo estructural. Esto quiere decir que, actualmente, se está impulsando la densificación del centro de la ciudad a través de la construcción vertical (ahora 25% de las construcciones son edificios). Una de las razones por las que se justifica esta clase de construcción es porque se cree que “a mayor densificación, menores son los problemas de congestionamiento y movilidad”, pero se ha demostrado que este modelo sigue siendo insostenible.
Sin importar que exista un plan regulador cantonal (para definir el uso de los territorios) y varias normativas pensadas para alcanzar el ordenamiento urbano y la planificación territorial, los problemas persisten. Esto debido a que tan solo 40 de 82 cantones cumplen con sus planes y estos, en su mayoría, están desactualizados.
En los últimos 5 años, se registra un aumento de hasta un 40% en los tiempos de viaje y congestionamiento dentro de la GAM, en áreas como Escazú, Curridabat y Heredia Centro. Esto ha afectado el bolsillo de los ciudadanos -teniendo que destinar algunos hasta un 13,6% de sus ingresos mensuales para movilizarse-, la salud pública, la economía del país y el medio ambiente.
–Imágenes tomadas del Estado de la Nación, (2018),”Las 10 peores trampas viales en Costa Rica y cómo no resolverlas” –
El parque automotor
Costa Rica es un país donde la cantidad de vehículos en circulación logra superar el número de nacimientos registrados. Para ser específicos, este número a aumentado un 51% del 2010 al 2019, haciendo que la población se divida entre los que tienen un vehículo propio (el 70% del parque automotor del país) y los que dependen del transporte público (7 de cada 10, que utilizan autobuses (73%), taxis (11%) y/o el tren).
La decisión de tener un vehículo particular se debe principalmente a que el transporte público no logra solventar las necesidades de la población y el transporte colaborativo, para muchos, sigue en etapa de adopción. Por ejemplo, para las familias con niños recién nacidos es más sencillo y ventajoso adquirir un carro a movilizarse en bus (66% de los núcleos en etapa de inicio tienen al menos un vehículo).
Lo anterior no quiere decir que el transportarse en un vehículo particular sea satisfactorio para los ciudadanos. Ya que nadie se salva de la “hora pico”. Se estima que cerca de un millón de personas se mueven de un municipio a otro para trabajar y pierden un promedio de 960 horas de su vida en las presas. Esto no se ha podido solucionar porque algunas rutas son esenciales para gran cantidad de la población y se encuentran en zonas altamente urbanizadas (como el centro de San José, que cuenta con un 98% de su territorio urbanizado), por lo que es prácticamente imposible implementar cambios viales.
–Imágenes tomadas del Estado de la Nación, (2018),”Las 10 peores trampas viales en Costa Rica y cómo no resolverlas” –
Esto ha llegado a convertirse en un desgaste para las personas y para el Estado. En el 2009, se calculaba que el tiempo perdido en presas equivalía a un 2% del producto interno bruto del país, lo mismo que costaría construir seis estadios nacionales. Actualmente, once años y muchos vehículos después, podemos afirmar que el asunto ha empeorado.
La posición de la población
A pesar de que marcas como Hyundai, Nissan, Suzuki y Honda se han visto beneficiadas por la compra de vehículos particulares (47% de los automóviles circulando en el primer trimestre del 2019), la realidad es que los consumidores no desean depender de un único método de transporte.
Las personas quieren poder tener la libertad de escoger entre varias alternativas que se ajusten al tiempo con el que cuentan, el clima, presupuesto, ocasión, distancia, entre otras variables. Ellos desean que el transporte sea modular y se acomode a sus necesidades individuales y momentáneas, lo que implica alcanzar una movilidad sin límites. A esto, le suman obtener alternativas más sostenibles, que beneficien el bienestar y la calidad de vida de la población.
Por lo anterior, se ha popularizado el uso de las aplicaciones de navegación para planificar viajes. Estas no solo le permiten al usuario conocer el tiempo que le tomará recorrer una distancia, sino obtener actualizaciones en tiempo real de las mejor rutas y medios para desplazarse de un punto a otro.
Respuesta empresarial y gubernamental
A pesar de que los gobiernos están tratando de dar soluciones al problema de movilidad, el mayor consuelo para los consumidores ha venido por parte del sector privado (por ejemplo, la respuesta de Zipcar).
Con una mayor disponibilidad y acceso a internet, han aparecido numerosos servicios de movilidad que funcionan a punta de aplicaciones. Por ejemplo, está el caso de Uber o DiDi, la app de movilidad #1 a nivel mundial, que cuenta con más de 550 millones de usuarios en 8 países y emplea a más de 30 millones de personas. También, durante el 2019, entró al país OMNi, colocando 1000 bicicletas en la capital y muy pronto, una flota de scooters.
Esta última empresa sabe que para lograr una movilidad sin límites no solamente se requiere de medios de transporte alternativos, sino de plataformas que faciliten y abaraten las transacciones. Por esta razón, OMNi quiere implementar una modalidad bancaria llamada OMNI Moni al país, la cual ayuda a los usuarios a hacer transferencias de forma digital, y una plataforma para regular el servicio de los taxis rojos, buses y trenes. Así, la empresa abre la oportunidad de que el transporte público se reintegre a la arena de la movilidad y responda a las exigencias actuales de la población.
Vemos así un impulso por parte de empresas que creen en la economía colaborativa para la micro-movilidad, tratando de que esta se convierta en una experiencia fluida, personalizada, conveniente, eficiente y rentable para más personas.
Si logramos que los consumidores dejen de poseer vehículos particulares y se sumen a compartir y transportarse de formas flexibles, es probable que en unos años ya no recordemos qué significaba la “hora pico”.
ANNALECT
Annalect – Unidad de consultoría en efectividad de marketing basado en Datos y analítica de OmnicomMediaGroup.